«Crear nuevas oportunidades para generar empleo, transformar cada problema en una oportunidad, desarrollar ideas que mejoren nuestro entorno»
Todas las mañanas, cuando me levanto, tengo la misma rutina. Me despierto a las 6.00 A.M. de la mañana, aunque el primer movimiento de salida, lo ejecuto a las 6.30 A.M.
Desde este momento hasta que entro a trabajar, realizo las rutinas matutinas que me ayudan a engrasar mi mente para enfrentarme a un nuevo día. Porque cada jornada, cada hora en mi trabajo, es distinto al siguiente, aunque pueda parecer igual.
Entrar por la puerta y saludar a los compañeros que llevan un rato trabajando. Hacer el triaje, con la toma de temperatura y cambio de mascarilla correspondiente. Ponernos al día de las cuestiones más urgentes. Compartir ideas con las que buscar una nueva oportunidad para crear empleo.
Revisar decisiones para evaluar y hacer autocritica con la vista puesta en la mejora continua. Contar con personas que pueden cubrir a un compañero ante un imprevisto, sea cual sea su puesto o su desempeño…
Porque así es mi centro de trabajo, un lugar en el que pasan cosas constantemente. Y cuando así ocurre, ya sea en la planta baja o en la primera, en la pista de futbito o en el escenario, en el lavadero o en el comedor; hay una gran capacidad creativa, donde cada problema se transforma en una oportunidad, y ante cada dificultad no te sientes sólo, ya que cuentas con apoyos y brazos que te ayudan a remar.
Es en este caldo de cultivo, fruto de un trabajo en equipo formado por personas muy diversas con y sin discapacidad, donde nacen y se desarrollan las ideas que nos han permitido seguir creciendo, a pesar de los duros momentos que estamos viviendo.
Ante esta realidad que vivo cada día, solo me queda decir GRACIAS a todas las personas que lo hacéis posible. Porque me demostráis en cada momento, que existe otra forma de hacer las cosas, desde la profesionalidad, la honestidad, la solidaridad y la pasión por lo que hacemos.